“Britzas que tumban cocos”

Publicado en Listín Diario en fecha 4 de Septiembre del 2016. Sección Económica.

 “Britzas que tumban cocos”

Wilfredo Alemany

Santo Domingo

¿Le cogió miedo Gran Bretaña a la “destrucción constructiva” que en cierta medida representa hoy la eliminación paulatina de las fronteras? Sería una conducta contradictoria, ante el hecho cierto, de haber sido Inglaterra la madre de la Revolución Industrial, que cambió el mundo, allá por el siglo XVII.

¿La votación reciente conocida como Brexit, y que sacaría a Gran Bretaña de la Unión Europea, podría tener nostalgia acumulada, por no ser ahora la cabeza de la innovación? ¿Podríamos pensar que el Nacionalismo tiene de nuevo la fuerza que tuvo cuando delimitamos fronteras y soberanías? ¿Es una muerte tardía, tipo Roma o Imperio Otomano o Soviético? Dejo de tarea estas interrogantes aunque no creo que ninguna de esas cosas esté ocurriendo de manera pura. Mejor sería decir que hay un poco de nostalgia con mucha torpeza y ambición política, por parte del liderazgo inglés. Incluyendo clase obrera y monarquía.

Claro que, ingenuidad aparte, en estos momentos se está produciendo una fuerte confrontación a lo interno de Gran Bretaña, entre las fuerzas que añoran el pasado, con mixtura de viejos y nuevos capitales, que buscan protección, y la no competencia. Mientras las fuerzas innovadoras de la revolución tecnológica se abren paso de manera global.

Gran Bretaña ha pretendido estar en dos mundos simultáneamente y, no es la primera vez en la historia que esto ocurre. Recordemos su época de potencia colonial, (territorial, marítima, comercial, económica, militar) donde su bandera y dominio incluía a lo que hoy es Estados Unidos de América, Canadá, Australia, India, mundo árabe, áfrica, el Caribe y paro de contar. En los tiempos actuales bastaría recordar que Gran Bretaña negoció su participación en la comunidad Europea; entre otras cosas, preservando su moneda y fronteras.

Es decir, que no asumió el Euro como su moneda oficial y en lo que respecta al tema migratorio, mantuvo sus particularidades. Pero por mucha presión que el estado británico y su clase política hagan para obtener ventajas y ampliarlas, existen capitales ingleses que se moverán a las zonas donde tengan mayores ventajas para competir y ganar. Esto último es el resultado de los profundos cambios que la globalización genera. Esos cambios van a dificultar, para no decir a imposibilitar, complacer al Reino Unido en sus pretendidas exclusividades.

Gran Bretaña tendrá que poner en una balanza su alejamiento del mercado europeo teniendo en cuenta que hay competencia en todos los órdenes.

Tendrá que sopesar que es mejor vender sus productos en un mercado cada vez más global que nacional.

Al final de los episodios actuales veremos la discusión de un nuevo estatuto que norme de manera más realista e innovadora, un mundo que incluye hasta nuevos planetas, que ya no son una ficción.

Gran Bretaña descubrirá que hay “Britzas que tumban cocos”.

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